domingo, 7 de diciembre de 2008

AGUJAS Y CONTRA AGUJAS (II)

La punta es, la parte más delicada de la aguja, ya que debe ser bastante aguda para no crear un garrote en planta, y bastante robus¬ta para resistir a choques violentos. Para protegerla, penetra algunas veces, según acabamos de indicar bajo la contra aguja, prolongándose en una especie de pico de unos cuantos milímetros de longitud; otras veces la aguja se aplica lateralmente a la contra aguja y, en algunos fe¬rrocarriles se protege su punta fijando delante de la misma, en la contra aguja una plaquita de su mismo perfil, fabricada en acero-manganeso.

Los cojinetes de resbalamiento se fijan sobre los durmientes, bien directamente o por intermedio de una placa de apoyo de acero moldeado, sobre la que también se fija la contra aguja, sujetándola con nervios de apoyo, que impiden su vuelco (figura. 7.13). Asimismo, para prevenir el vuelco del espadín bajo el efecto de los esfuerzos laterales a los que se en¬cuentra sometido, es frecuente el empleo de piezas de tope interpuestas en cierto número, entre aquel y su contra aguja, como se advierte en la figura. 7.13.

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