miércoles, 24 de junio de 2009

Administración y operaciones ferroviarias

La administració n y las operaciones ferroviarias conforman el perfil público de este sector. Garantizan que las mercancías se desplacen del origen al destino. Las tareas de administració n las realiza personal de oficina encargado de las funciones empresariales y té cnicas y de la gestión. Las operaciones ferroviarias son responsabilidad de los supervisores de personal, los controladores del trá fico de trenes, el personal dedicado al mantenimiento de señales, la dotació n de trabajadores a bordo del tren y el personal de talleres.
Los supervisores de personal se encargan de garantizar que se disponga de un equipo de trabajadores en el momento y el lugar oportunos. Los ferrocarriles funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana durante todo el añ o. El personal encargado del tráfico ferroviario coordina los movimientos de los trenes. Son respon- sables de asignar las vías en la secuencia y el momento perti- nentes. Esta función se ve dificultada por la necesidad de que ciertos trenes que se mueven en distintas direcciones compartan las mismas vías. Puesto que só lo un tren puede ocupar un tramo de vía en cada momento, el control del trá fico ferroviario debe asignar la ocupació n de la vía principal y de las auxiliares de modo que se garantice la seguridad y se reduzcan al mínimo los retrasos.
Las señales ofrecen pistas visuales a los operadores ferroviarios, así como a los conductores de vehículos de transporte por carretera en los pasos a nivel. En el caso de los primeros, lasseñ ales deben trasladar un mensaje inequívoco sobre la situació n
de la vía. Actualmente se utilizan como mecanismo de ayuda en el control del tráfico ferroviario, al que tambié n contribuye la comunicació n por radio a travé s de canales que reciben las unidades de operació n. Los encargados del mantenimiento de las señ ales deben garantizar el funcionamiento de estos dispositivos en todo momento, lo que, en ocasiones, exige la prestació n de servicio en solitario en á reas remotas, en todo tipo de condiciones meteoroló gicas y a cualquier hora del día o de la noche.
Es obligació n del personal de talleres garantizar que el material rodante esté preparado para recibir la carga correspondiente, una funció n cada vez má s importante en esta época de
gestión de la calidad. Por ejemplo: los vagones de tres niveles dedicados al transporte de automóviles deben ser limpiados antes de su utilización y acondicionados para contener vehículos mediante la colocació n de calzos en las posiciones adecuadas. La altura entre niveles en estos vagones es insuficiente para que una persona de estatura media pueda permanecer de pie, por lo que el trabajo debe realizarse agachado. Del mismo modo, los asideros de ciertos vagones obligan a los trabajadores de talleres a adoptar posturas incómodas al efectuar las maniobras de clasificación.



En largos recorridos, la dotació n de un tren presta servicio entre los lugares de relevo designados. La dotació n sustituta pasa a ocupar sus puestos en dichos lugares y continú a el viaje. La primera dotació n debe esperar en los puntos de relevo a otro tren que realice el recorrido de vuelta. Los desplazamientos combinados y la espera del tren de regreso pueden llevar muchas horas.
El viaje de un tren a lo largo de un trayecto ú nico es en ocasiones muy fragmentario, debido en parte a la planificació n y en parte al trabajo en las vías o a la avería del equipo. En ocasiones las dotaciones vuelven a su lugar de origen en la cabina de la locomotora de tracció n, en el furgón de cola (donde todavía se utilicen), o incluso en un taxi o en autobús.
Los deberes de la dotació n de tren obligan a veces a desenganchar vagones y a recoger otros en ruta. Estas operaciones se llevan a cabo a cualquier hora del día o de la noche en cualquier condició n meteoroló gica imaginable. Enganchar y desenganchar vagones son las ú nicas tareas de ciertos trabajadores de taller.
En ocasiones, se produce la avería de alguna de las juntas que unen los vagones o la rotura de un conducto del circuito neumático de frenado. Estas averías deben ser investigadas por alguno de los miembros de la dotació n del tren, que determinará si es preciso reparar o sustituir la pieza defectuosa. La junta de repuesto (de unos 30 kg) debe ser transportada a lo largo de la vía hasta el lugar de la reparació n, y la pieza original debe desmontarse y sustituirse. Los trabajos entre vagones deben obedecer a una planificación y una preparación minuciosas, con el fin de garantizar que el tren no se desplace durante la intervención.
En zonas montañ osas, las averías pueden producirse en un túnel. En estas condiciones, la locomotora debe mantener la potencia por encima del ralentí para mantener el sistema de frenado operativo y evitar el descarrilamiento del tren. El funcionamiento del motor dentro de un tú nel provoca la acumulación de gases de escape (dió xido de nitró geno, ó xido nítrico, monó xido de carbono y dió xido de azufre).
En la Tabla 102.3 se resumen las situaciones peligrosas asociadas a la administració n y las operaciones ferroviarias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario