domingo, 8 de enero de 2012

El tren eléctrico llega a Lima tras un costoso viaje de 25 años

Después de una larga espera de 25 años, el tren eléctrico de Lima comenzó esta semana sus recorridos de prueba, cargado de entusiastas pasajeros que ven en sus vagones rojos y grises el inicio de una nueva etapa en el transporte masivo en la capital peruana.
El gerente de relaciones institucionales de la Línea 1 del Metro de Lima, Fernando Deustua, afirmó a Efe que "esta obra visionaria en su momento", que desde el martes pasado está en etapa de prueba, va a beneficiar a miles de usuarios.
"Nos encontramos en el periodo de pruebas preoperativas hasta el domingo, porque la próxima semana ya deberíamos iniciar la 'marcha blanca' (es decir las pruebas gratuitas por 30 días) para después cobrar por el servicio, si nos autoriza el ente regulador", dijo a Efe Deustua.
Una vez que el sistema funcione en su horario normal, de 6:00 a 22:00, con los cinco trenes con los que se dispone, se estima que se transportará a unas 125.000 personas diarias.
La construcción del tren eléctrico fue iniciada durante el primer gobierno de Alan García (1985-1990), en el que incluso se puso la primera piedra, pero tras la crisis económica que afrontó el país al final de ese periodo y las sospechas de corrupción en la obra los siguientes gobiernos lo dejaron en el abandono.
El plan del tren fue retomado durante la segunda gestión de García (2006-2011), que lo inauguró en julio pasado sin que se encontrara totalmente listo para atender al público.
En estos días de prueba, en que se abrieron al público nueve de las 16 estaciones, familias enteras, estudiantes y trabajadores han aguardado con gran entusiasmo los trenes y parecen haber olvidado los años de espera para su funcionamiento.
Muchos de los usuarios, acostumbrados a hacer largos y agotadores recorridos en ómnibus por la ciudad, provienen de distritos periféricos de la zona sur de Lima y ven en este medio de transporte una forma de alcanzar con mayor rapidez sus destinos.
Las ventanas del tren son el marco de un paisaje urbano que se puebla de las distintas caras de Lima y a lo largo de casi 22 kilómetros, muchos de ellos sobre un viaducto aéreo, se ven cerros habitados en condiciones de extrema pobreza que contrastan con edificios de lujo, zonas residenciales y emporios comerciales abarrotados.
Los trenes en funcionamiento, que fueron fabricados en 1986, cuando se iniciaron las obras del tren, han sido potenciados, según Deustua, "para que puedan funcionar los próximos 30 años sin problemas".
Cada tren tiene capacidad para transportar a 1.200 personas y se traslada desde el sur de Lima, en el distrito de Villa El Salvador, hasta el distrito de La Victoria, en unos 33 minutos, casi la cuarta parte de lo que dura este viaje en autobuses y combis de pasajeros.
Para implementar toda la capacidad de este sistema ferroviario, el consorcio Metro de Lima, integrado por la peruana Graña y Montero y la argentina Ferrovías, ha invertido $us 280 millones en comprar 19 trenes más.
Con esta adquisición se espera que la frecuencia entre trenes sea de 6 minutos, una reducción significativa desde los 19 actuales.
Las obras de la línea 1 costaron $us 520 millones, 100 millones más de lo presupuestado al inicio.

Cifras

Millones
800
Es el costo que demandará la conclusión del proyecto, que contempla la adquisición de 19 trenes más en los próximos años

Personas
125.000
El número estimado de limeños de escasos recursos que se beneficiarán con la implementación del tren eléctrico en la capital peruana

Minutos
33
El tiempo estimado que demandará llegar desde el inicio hasta el final, lo que significa la cuarta parte de lo que dura el viaje actualmente

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