jueves, 23 de febrero de 2012

'Mucha gente desmayada y herida'

Sentimos el golpe y toda la gente quedó una arriba de la otra, el tren estaba muy cargado", contó un pasajero tras el accidente ferroviario y señaló que dentro de la formación aún "hay mucha gente herida, desmayada y golpeada".

El hombre estaba aliviado porque según contó "yo siempre vengo en el primer vagón, pero justo esta vez me puse en el medio y ahí no fue tanto" el impacto del tren contra los frenos de la estación terminal Once, en pleno centro de Buenos Aires.

"Los primeros tres vagones quedaron uno arriba de otro. Estoy un poco nerviosa, hay gente atrapada, las puertas no se abrían y tuvimos que salir por las ventanas", explicó Paula, otra pasajera, a la televisión argentina.

Condolencias de la Embajada boliviana. "La Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia en la República Argentina, a tiempo de lamentar el accidente ferroviario informa que funcionarios de esa Embajada y del Consulado General de Bolivia en Buenos Aires "vienen realizando trabajos de búsqueda e identificación para descartar o confirmar la existencia de compatriotas bolivianos entre las víctimas fatales".

Por otra parte, informó que entre los desaparecidos figura Nayda Tatiana Lezano Alandia, funcionaria del Consulado General de Bolivia.

"Esta Embajada proporcionará la información sobre las personas desaparecidas en cuanto se cuente con la información oficial y fidedigna correspondiente", remarca el comunicado.

Otros testimonios. "Nos estábamos preparando para bajar porque el tren estaba disminuyendo la velocidad, y sentimos que frenó de golpe y el segundo vagón era como si se plegara sobre el primero. La gente se me venía encima, estaba aprisionado", explicó el pasajero, quien se identificó solo como Marcelo.

"Gracias a Dios la puedo contar", agregó este pasajero del primero de los ocho vagones que componían el convoy accidentado.

"Venía parada y se cayeron todos, todo el mundo estaba desesperado, todos querían salir pero no se podía. Fue como un terremoto", relató otra de las viajeras.

"Sentí un golpe muy fuerte y me sentí volando. Caí sobre mucha gente y de repente un muchacho me ayudó a salir”, relató David Molina, de 24 años, un vendedor.

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