domingo, 10 de junio de 2012

California se opone a los trenes de alta velocidad

Los californianos dicen no a los trenes de alta velocidad (TAV), mientras de San Francisco a Los Ángeles arrecia la protesta de quienes se muestran cada vez más escépticos ante la construcción de una línea ferroviaria que conecte ambas ciudades en menos de tres horas.

Los “anti TAV” del Golden State están luchando contra el plan del gobernador Jerry Brown, que prevé el comienzo de los trabajos para la construcción de la línea en el Central Valley antes de fin de año. La espina en el costado del proyecto son los poderosos grupos de agricultores, quienes sostienen que la línea dañaría sus intereses y comprometería la seguridad en la zona del Central Valley.

La pulseada entre los ciudadanos y el Gobierno también sigue en tribunales. El último episodio fue la semana pasada, cuando los agricultores del Central Valley pidieron una intimación para bloquear la construcción de la línea ferroviaria.

“Creemos que podremos obtenerla -dijo un vocero del grupo de los agricultores- porque hay en curso muchas violaciones de carácter ambiental. El proyecto abarcará más de 600 hectáreas de terreno cultivable”.

El proyecto, de 68.000 millones de dólares, fue aprobado en 2008 pero nunca comenzó por falta de fondos. Al fin del año pasado había en las arcas un poco más de 3.0000 millones de dólares, fruto de una financiación federal precedente.

“La red de alta velocidad -explicó Brown- creará centenares de miles de puestos de trabajo, y contribuirá a reducir drásticamente la congestión de tráfico en la red vial y los aeropuertos”.

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