sábado, 1 de junio de 2013

Doppelmayr construye el teleférico de La Paz en Austria y Suiza

Un viaje de más de 35 horas en avión, pasando por al menos cuatro aeropuertos, une a Bolivia y Austria, país donde la empresa Doppelmayr construye las piezas del teleférico que unirá las ciudades de La Paz y El Alto.

Un grupo de periodistas fue invitado para observar los trabajos en dicho país europeo. La partida de El Alto se realizó el 14 de mayo y tras escalas en los aeropuertos de Bogotá, Caracas, Frankfurt (Alemania) y Zúrich (Suiza) se emprendió el último tramo de dos horas de viaje en bus hasta las ciudades austriacas de Bludenz y Wolfurt.

En las dos ciudades, Doppelmayr trabaja en la construcción de torres, trenes de rodillo, balancines y motores del teleférico en tres fábricas distintas.

Este fabricante de teleféricos construye las cabinas en Olten, Suiza, y el cable de acero de 50 milímetros de grosor lo fabrica Fatzer, una compañía con sede en Romanshorn, una ciudad de Suiza.

En Bludenz, al oeste de Austria, sólo basta una chamarra ligera para afrontar su templado clima. Un sol radiante y un cielo con pocas nubes y calles poco transitadas caracterizan a esta pacífica ciudad, lo que hizo que la primera parada del recorrido fuera muy relajada.

Subir a un teleférico turístico del Monte de la Madre, en los Alpes austriacos, es toda una aventura. Comenzando con el abordaje a la cabina, ya que como está en continuo movimiento, en una velocidad mínima, hace que la gente suba casi al vuelo. Una vez que la cabina sale de la estación, aumenta la velocidad.

Tras un tranquilo paseo, el grupo se trasladó al galpón de la fábrica Gassner, perteneciente a la empresa Doppelmayr. El ruidoso trabajo se simplifica en pre-ensamblaje y soldadura de las torres de acero que traerán a Bolivia para construir el teleférico que unirá las ciudades de La Paz y El Alto.

En el lugar hay enormes cilindros de acero que superan los 20 metros de largo y dos metros de diámetro esparcidos en el piso en todo el galpón.

“Tenemos construidas las 19 torres de la línea Roja del teleférico”, afirmó el gerente general de Doppelmayr en Bolivia, Javier Tellería.

Los flashes de las cámaras de los periodistas se mezclaban con el destello de la soldadura que realizaban los trabajadores a las enormes y pesadas piezas que eran manipuladas con máquinas.

Tellería explicó que las torres son las que sostienen el cable, que debe estar tenso y en línea recta, para el paso de las cabinas del teleférico. “Es imposible hacer un teleférico sin torres”, aseguró.

Tras unos 15 a 20 minutos en la fábrica, de pronto se escucha: “¡todos al bus!”, para continuar con el cronograma.

Ya en Wolfurt, en una de las plantas centrales de Doppelmayr, una gran “D” da la bienvenida a la delegación junto a Jurgen Fassler, jefe de montaje de la empresa en La Paz. Su estatura superior a los dos metros genera cierta intimidación, pero su actitud amable y buen humor pronto animan al grupo.

Al ingreso de la estructura se ubica una pequeña recepción, con un estante repleto de cascos azules, cuyo uso para ingresar a la fábrica es obligatorio.

Los trabajadores, que fácilmente podrían pasar por jugadores de una selección de rugby o incluso por estrellas de cine, trabajan en distintas piezas del teleférico. Fassler dirige al grupo a un amplio canchón, donde los trenes de rodillo estaban empacados y cubiertos de plástico. Todos están etiquetados con el rótulo “Bolivien”.

“Están listos para ser enviados. Estas piezas son para la línea Roja y en junio las enviaremos en barco a Bolivia”, explica Fassler.

El técnico explica que los trenes de rodillo son los que permiten que las cabinas frenen o aceleren una vez que llegan o salen de las estaciones.

El siguiente punto de visita es un galpón donde se fabrican los trenes de ruedas y balancines que van en la parte superior de las torres y que sirven para que el cable del teleférico se deslice por ellos, generando el movimiento de las cabinas.

Allí y como anécdota del viaje, César Dockweiler, coordinador de la Unidad de Transporte por Cable del Ministerio de Obras Públicas, fue invitado para armar una de las ruedas. Ayudado por un técnico, Dockweiler sólo tuvo que presionar unos botones, ya que casi todo el trabajo está robotizado. En ese galpón también destacaban contendedores de más de ocho metros de alto con escrituras que indicaban que eran para Bolivia.

En otra sección de la fábrica se ven dos motores: uno eléctrico y otro a diésel. El motor eléctrico pesa una tonelada y media.

Casi oscurece y al final del recorrido y en otras instalaciones de Doppelmayr se pueden apreciar las cabinas para diferentes tipos de teleféricos.

El tour de casi diez horas no fue suficiente para visitar toda la fábrica de la empresa austriaca, pero fue una experiencia para conocer cómo se fabrica el teleférico que pretende revolucionar el sistema de transporte público en La Paz.

Energía equivaldrá a 2.000 casas
El teleférico que unirá las ciudades de La Paz y El Alto consumirá una energía eléctrica equivalente a de 2.000 viviendas, según el coordinador de la Unidad de Transporte por Cable del Ministerio de Obras Públicas, César Dockweiler.

“El consumo de las tres líneas del teleférico (Roja, Amarilla y Verde) es igual a 2.000 casas”, dijo.

El gerente de coordinación de Doppelmayr Bolivia, Torsten Bauerlen, afirmó que el teleférico puede operar bajo lluvia, pero el funcionamiento se tendrá que suspender momentáneamente cuando se presenten tormentas eléctricas.

“El operador debe estar muy atento al pronóstico del clima, ya que un rayo puede dañar el sistema del teleférico. La gente que está en las cabinas volverá segura hasta las estaciones y una vez concluida la tormenta se reinicia el sistema”, explica.



Las estaciones
Firma El costo del teleférico La Paz - El Alto es de 234 millones de dólares.


Líneas Las estaciones de la línea Roja son 16 de Julio, predio en YPFB cerca al Cementerio General y la ex Estación Central. La Amarilla consiste en Parque Mirador, Buenos Aires, Sopocachi y Curva de Holguín; y la Verde comienza en este último, pasa por Alto Obrajes, Obrajes y posiblemente Irpavi.


Empresa En más de un siglo, Doppelmayr realizó más de 14.300 sistemas de teleféricos en más de 87 países.



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