El ministro de Obras Públicas, Milton Claros, aseguró que el consorcio español Joca, adjudicatario de la construcción del tren metropolitano en Cochabamba, es solvente y cuenta con los recursos económicos necesarios para ejecutar la obra, sin necesidad de recurrir a créditos ni transacciones bancarias.
"La empresa está financiando (la ejecución de la obra) con recursos propios del consorcio, no es con un crédito comercial que se obtendrá, por ejemplo, a través de un banco. Esto lo va a financiar totalmente la empresa; entonces eso nos demuestra que la empresa tiene capacidad para la ejecución de la obra”, señaló Claros.
El ministro, con el objetivo de despejar cualquier duda sobre una presunta insolvencia financiera de Joca, dijo que no se pedirá ningún crédito para la ejecución de la obra y dijo que se demostrará "con todos los elementos” la capacidad de la empresa.
La desconfianza en Joca surgió a partir de una publicación del periódico Extremadura, de España, que sostuvo que la empresa, en 2012, tenía una deuda de 111 millones de euros, por lo que carecía de "solvencia y liquidez”.
La pasada semana, mediante un comunicado, Joca y su accionista mayoritario Icadi (51%) rechazaron dichas aseveraciones y ratificaron su "firme compromiso” con Bolivia.
Además de su presunta insolvencia, la firma tiene otras observaciones, como el elevado costo de obra.
El exministro de Transportes y experto en trenes, Ramón Claure, explicó a Los Tiempos que el presupuesto para una red de 40 kilómetros "es exagerado y no hay motivos económicos ni técnicos” que justifiquen su pago.
El 12 de septiembre, Joca fue contratada por el Gobierno para la construcción del tren metropolitano de Cochabamba por 537 millones de dólares, incluidas las contingencias.
Claros informó que el tren funcionará desde 2018 y unirá seis municipios aledaños a la capital: Sipe Sipe, Vinto, Quillacollo, Colcapirhua, Sacaba y Cochabamba, con un recorrido de 40,37 kilómetros y a una velocidad de 80 kilómetros por hora.
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