lunes, 14 de noviembre de 2016

Tren bioceánico central Pacífico-Atlántico Brasil puede frenar el proyecto por modelo estatista de Bolivia

El modelo “estatista y nacionalizador” que promueve Bolivia hace más de una década puede ser un freno para que el Brasil respalde económica y políticamente, la construcción del tren bioceánico central que unirá los puertos de Santos en el Atlántico con Ilo en el Pacifico a un costo aproximadamente de $us 10.000 millones, alertó ayer el analista Iván Arias.

“Brasil no está (en el proyecto) entonces ¿de qué sirve?”, cuestionó al Gobierno y añadió “(El Coloso del Sur) está pidiendo y esperando que el proyecto sea manejado por una concesión privada, y no estatal, y entonces ahí existe un problema de concepto porque en Bolivia despreciamos a la inversión privada, y privilegiamos, a cambio, al Estado, por lo tanto como resultado, esto lleva a pensar hasta qué punto (el tren bioceánico) es realizable”.

INVERSIÓN EN MARCHA

El Gobierno, sin embargo, a través del viceministro de Transportes, Galo Bonifaz, puso al descubierto que el Estado ya realizó una preinversión para el proyecto del corredor del tren bioceánico central por aproximadamente 6.8 millones de dólares. “(ya se hicieron) cuatro estudios y tenemos los resultados”, acotó.

Informó, asimismo, que el Perú comprometió que harán entrega de sus planes de pre inversión para el corredor hasta “marzo de 2017”.

“El estado peruano pondrá su parte y la reunión de Sucre fue importante para poner las reglas claras”, aseguró la autoridad.

NICARAGUA

Hay posibilidades de que el tren bioceánico sea solo una ilusión debido a que el proyecto de integración tiene al frente un serio competidor: Nicaragua, que está construyendo, hace más de dos años, un canal paralelo al que existe en Panamá, “con capital chino, lo están metiendo, por lo que, el mundo se está moviendo y nosotros seguimos pensando en ideas. Las buenas ideas solo son realidades si se expresan en presupuesto y respaldo de actores, pisemos tierra”, reflexionó él consultor.

SOLICITUD DE RESPALDO

El presidente Evo Morales instó la semana pasada a su homólogo de Brasil, Michel Temer, a sumarse al proyecto del Tren Bioceánico Central, corredor que unirá el océano Pacífico con el Atlántico, y que respalda Perú.

“Pero al margen del tema energético quiero que usted transmita al hermano Presidente, a su Gobierno que estamos con una gran integración estratégica y construcción de caminos y ferrocarril. Saben muy bien, Brasil, Bolivia y Perú, cuanto ganarían con el ferrocarril bioceánico”, remarcó en un acto público en el que se rubricaron cuatro acuerdos de integración energética con millonarias inversiones de Bolivia y Brasil durante la visita del ministro de Energía del Brasil Fernando Coelho.

El II Gabinete Binacional Bolivia-Perú, que se realizó en la ciudad de Sucre, suscribió un memorándum de entendimiento que establece plazos y tareas para hacer realidad el tren bioceánico que incluye la construcción de cuatro corredores de integración y un ferrocarril que una los océanos Atlántico y Pacífico.

“SUNCHU” LUMINARIA

Con el sarcasmo que lo caracteriza, Areas llamó al proyecto del tren bioceánico de “sunchu luminaria” si acaso el Brasil no asume un respaldo decidido y el Perú, hace también lo propio, no solo a través de discursos y compromisos, sino, hechos reales y concretos.

Para respaldas su posición recordó, por ejemplo, el proyecto de construcción de un puerto en la denominada “Bolivia Mar” que se halla, paradójicamente enclavada en Ilo y donde pretende llegar al tren continental.

“Tengo mis dudas sobre el cumplimiento de los compromisos que haga el Perú y que no se traduzcan, una vez más, solo en ilusiones para Bolivia, porque lo mismo paso con Ilo. Desde el año 1990, hace más de dos décadas, no hemos hecho nada, solo gastamos mucha saliva y nada más, pero incluso el Perú, hasta ahora, no dio el consentimiento para hacer obras en un área que requiere además autorización del Congreso, todo quedo en una parafernalia”, comentó.

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