viernes, 30 de noviembre de 2012

Gobernación sugiere paradas para el teleférico

Los puntos de parada deben estar ubicados en lugares de alta demanda de pasajeros, pero además deben estar interconectados con el servicio de transporte público.

El director departamental de Transporte, Javier Cornejo, informó que, en cumplimiento a las competencias definidas en la Ley General del sector, se realizó un estudio técnico para establecer las posibles estaciones o puntos de parada del teleférico, que conectará a la ciudad de El Alto con el centro y el sur de La Paz.
Dijo que la norma establece que los gobiernos departamentales son la autoridad competente para regular y fiscalizar el servicio de transporte público de pasajeros en el ámbito intermunicipal. “En tal sentido, es nuestra atribución apoyar la ejecución del proyecto de transporte por cable”.
La idea fue planteada por el presidente Evo Morales el 12 de julio y el pasado 10 de septiembre el Gobierno firmó el contrato para la ejecución del proyecto con la empresa austriaca Doppelmayr por 234 millones de dólares.
Los puntos de las estaciones. Cornejo mencionó que la Gobernación de La Paz participa en el Comité Técnico de Transporte por Cable y ha considerado que las estaciones del teleférico deben estar ubicadas en espacios adecuados y suficientes.
“Pero, además, se debe considerar una futura ampliación de estos predios, también debe existir espacio para acoger a vehículos del transporte público como un sistema alimentador al teleférico. Sobre todo, debe darse una adecuada conexión con las principales áreas de las dos ciudades”.
El análisis para determinar la ubicación de las estaciones, dijo, ha sido realizado por la Dirección Departamental de Transportes bajo fundamentados criterios técnicos, tales como disponibilidad de espacio para el transporte público, además de accesibilidad vehicular y peatonal.
Aseveró que también se hizo la estimación de la demanda real y la cualificación de la demanda subjetiva. “Se analizó las afectaciones, la dificultad de alineamientos y de la interconexión con las actuales y futuras líneas de transporte intermunicipales.

10 puntos fueron fijados por la Gobernación para la construcción de estaciones del teleférico.

La gobernación de La Paz considera esta propuesta como una de las más factibles, pues se estableció que el emplazamiento de las estaciones debe estar ubicado en función a la demanda de pasajeros.



domingo, 25 de noviembre de 2012

Un tren de chocolate da la bienvenida a una feria



La exhibición, en la estación de Midi de Bruselas, de un tren esculpido en chocolate de 34,5 metros de longitud y 1.285 kilos de peso inauguró el lunes la semana dedicada al chocolate belga, un evento internacional para la degustación de este producto.

Han hecho falta cerca de 800 horas de trabajo para elaborar el apetitoso vehículo, que permanecerá expuesto hasta hoy 25 de noviembre en la principal estación de la capital belga, en el marco de la celebración en 2012 del año de la gastronomía “Brusselicious”.

Junto al tren, un piano de cola recubierto de chocolate hará las delicias de los viajeros y curiosos que se acerquen a la estación, donde cada día sonarán las melodías interpretadas por distintos pianistas. Está previsto que después de pasar por la estación de Midi los vagones del tren sean separados y trasladados a distintos museos del país.

Las dos esculturas son obra del artista maltés Andrew Farrugia, quien asegura que aunque en la última década ha realizado numerosas esculturas a partir de alimentos, su verdadera “pasión” es diseñar a partir de chocolate.

Degustar. Visitas a los talleres de los mejores chocolateros de la ciudad, itinerarios por las zonas donde degustar el chocolate más exquisito y otras actividades para dar a conocer el buen hacer de estos pasteleros completan la semana. Por 6,41 dólares, los interesados adquirirán un “pase chocolate” para asistir a degustaciones en los talleres de los artesanos bruselenses que participan en la iniciativa. Además, hay programadas visitas al museo del cacao y del chocolate y a la chocolatería Zaabär. Por otra parte, las célebres galerías Saint-Hubert acogieron el jueves por la tarde un homenaje en honor a los chocolateros belgas.

El maestro Farrugia intentará entrar en el libro de los Récords Guinness al crear el más grande tren de chocolate del mundo.

Belcolade Chocolate es la única compañía belga de fabricación de cobertura de chocolate, según la página web de esta empresa. Su producción está basada en las tradiciones reales de la artesanía belga cuyos resultados logró el posicionamiento de la fábrica en los primeros lugares del mundo en la calidad del chocolate.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Morales apunta a un ferrocarril bioceánico que no pase por Chile

Después de haber recibido un informe sobre el proceso que Bolivia va a iniciar para convertirse en socio pleno del Mercosur, el presidente Evo Morales expresó que para el Estado plurinacional ahora es más importante impulsar un proyecto ferrocarrilero bioceánico que conecte Brasil con Perú, desde Puerto Suárez (frontera boliviana) hasta el puerto de Ilo, en el Pacífico.

Morales declaró que es importante buscar alternativas frente a la posición del gobierno chileno para la demanda de una salida soberana al mar y elogió las opciones que permite el bloque del Mercado Común del Sur (Mercosur) “Gracias a ustedes me he convencido, creo que no va a hacer importante un puerto o un ferrocarril por algún puerto chileno. Lamentablemente, tenemos muchas diferencias, no con el pueblo, sino con su gobierno o presidentes”, dijo Morales en un acto de conmemoración al segundo aniversario del Grupo Aéreo Presidencial.

En ese sentido, Morales demandó a las Fuerzas Armadas garantizar la implementación del ferrocarril bioceánico antes del 2014, porque forma parte de los instrumentos que harán posible alcanzar las metas fijadas para el 2025.

“Si ahora no empezamos por 2013 y 2014 la vía férrea que permita unir Pacífico con el Atlántico, va a ser muy tarde para llegar al Bicentenario y que Bolivia esté integrada, si somos parte del Mercosur”, dijo el mandatario cuando se refería a la invitación de los miembros plenos de esta organización internacional.

Explicó que el proyecto del ferrocarril debe contar con rutas que permitan exportar productos nacionales por ambos océanos desde Puerto Suárez hasta puerto Ilo. “Existen distintas propuestas, hay que recogerlas y procesarlas. Si no empezamos la construcción será muy tarde para llegar al ferrocarril bioceánico al Bicentenario”, indicó al considerar que esta será “tarea inmediata” de las FFAA.

En noviembre de 2011, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia recordó que la habilitación del puerto de Arica al sistema de libre tránsito, que solicitó Bolivia el 2006, continúa sin ser atendida y recordó que las autoridades chilenas suspendieron, en noviembre de 2010, las consultas políticas entres vicecancilleres, incluso antes del anuncio del presidente Evo Morales de llevar a Chile ante los tribunales internacionales por un acceso soberano al mar.

El Tratado de Paz y Amistad firmado entre Bolivia y Chile en 1904 después de la guerra del Pacífico, establece que Chile “reconoce en favor de la Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”. Bolivia perdió soberanía en 1879 cuando Chile invadió costas nacionales. En ese sentido, Perú contempla dar facilidades a Bolivia para su comercio con ultramar, con la ampliación de los convenios de Ilo, pero sin hacer cesión de soberanía.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Montero- Bulo Bulo Proyectan nueva vía férrea

El Banco Central de Bolivia (BCB) financiará la construcción del sistema de transporte férreo entre las localidades de Bulo Bulo (Cochabamba) y Montero (Santa Cruz) con un crédito concesional de hasta 1.044 millones de bolivianos en favor del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, a través del Tesoro General de la Nación (TGN), según establece el proyecto del Presupuesto General del Estado (PGE) para la gestión 2013, que se debate en la Asamblea Legislativa.

"Se autoriza al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, a través del Tesoro General de la Nación, contraer un crédito con el Banco Central de Bolivia en moneda nacional por un monto de hasta 1.044 millones de bolivianos para financiar la construcción del sistema de transporte férreo en el tramo Montero-Bulo Bulo", señala el PGE 2013, en su artículo 26, parágrafo primero.

Según esa disposición, el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda será la entidad responsable de realizar la evaluación y seguimiento a los recursos que otorgará el BCB.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Madeira Mamoré, el FFCC tragado por la selva

La maleza es lo único que viaja por la abandonada locomotora del ferrocarril Madeira-Mamoré. Han pasado más de 40 años desde el último recorrido del tren entre las ciudades brasileñas de Porto Velho y Guajará Mirim, muy cerca de la frontera con Bolivia. Considerada una de las obras de construcción más ambiciosas en el mundo, la historia de este ferrocarril está llena de detalles dignos de una dramática obra de ficción.

A finales del siglo XIX, la región amazónica era un enorme manto verde de selva casi virgen, y la frontera que compartían Brasil y Bolivia prácticamente había sido inexplorada. El auge de la goma abrió los ojos para intentar conectar esa región con el Atlántico, y qué mejor lugar que allí donde se forma el río Madera, en el corazón de la Amazonía boliviano-brasileña.

El sueño boliviano

Uno de los primeros compatriotas en aventurarse en una expedición por el Madera fue el ingeniero José Agustín Palacios, en 1846. Esa hazaña haría soñar al general boliviano Quentin Quevedo, en 1861, con tender las líneas de un ferrocarril en el tramo no navegable del río. Existen varias cachuelas que hacen imposible navegarlo, sin importar la envergadura de la embarcación.

Pronto se encendería la Guerra del Acre (librada en dos periodos, entre 1899 y 1903), al cabo de la cual Bolivia perdió su territorio en esa estratégica zona, que bien podría haber sido una solución, con el ferrocarril, para el enclaustramiento del país por efecto de la otra guerra, la del Pacífico. Esa era una puerta hacia el Atlántico.

Con la firma del Tratado de Petrópolis, el 17 de noviembre de 1903, Brasil se comprometió a pagar los costos de construcción del ferrocarril (paralelamente, se construía el canal de Panamá, otra obra de gran envergadura de la historia moderna de la ingeniería).

En 1907, se estableció la empresa Madeira-Mamore Railway Company de Percival Farquar, un megaempresario estadounidense. Y en 1912 se dieron por concluidos los 350 kilómetros de línea férrea entre la frontera de Bolivia con Brasil y Porto Velho. Se habló por entonces de la posibilidad de extender la vía desde Guajará-Mirim hasta la beniana Guayaramerín. Un sueño.

Porto Velho, ciudad ubicada en el estado de Rondonia, fue la sede de la construcción, y la vecina población de Santo Antonio, también Brasil, el centro de operaciones de la empresa.

Miles de vidas en las vías

Nadie podía imaginar lo difícil que sería dar curso a ese ferrocarril, luchar no sólo contra la naturaleza —tarea titánica— sino contra la falta de mano de obra.

Se publicaron anuncios de búsqueda de personal en los periódicos más importantes de la época en los Estados Unidos de Norteamérica, y se dice que acudieron trabajadores de más de 50 nacionalidades.

Las locomotoras y vagones llegaban en barco por los ríos Amazonas y Madera, lo que para la pequeña población de Porto Velho constituía un gran espectáculo. Las obras acercaron también a la zona algunos avances tecnológicos, como el teléfono y la máquina de lavar ropa.

Una de las dificultades más grandes durante la construcción del ferrocarril fue la lucha contra la malaria, la fiebre amarilla y las picaduras de serpientes. El hospital de la Candelaria era el lugar más visitado por los trabajadores y, los que tenían menos suerte, terminaban en el cementerio de la misma localidad, lugar donde hasta el día de hoy se pueden apreciar tumbas con nombres de distintos orígenes. Se dice que unos 6.000 hombres dejaron la vida en torno a los rieles del “ferrocarril del diablo”.

La documentación de esta obra cuenta en parte con las imágenes del fotógrafo norteamericano Dana Merill, quien se instaló en el lugar y registró día a día los avances. Las cientos de fotografías han servido para que innumerables historiadores y escritores, como Manuel Rodrigues Ferreira, autor del libro Ferrocarril del Diablo, puedan ilustrar la vida de los trabajadores.

Pero la historia de tan memorable obra es corta y para el empresario Farquar, el megaproyecto representó un gran fracaso económico. Ocurre que, luego de que los precios de la goma se desplomaran, el uso del ferrocarril se redujo a lo mínimo; el periodo de las dictaduras de los 70 tocaron el réquiem.

En 1981, se rehabilitó un trecho de sólo siete kilómetros, con fines de entretenimiento. Hay ambición de más y hoy, en la ciudad de Porto Velho, con el arquitecto Luis Leite de Oliveira al frente, trabaja una organización de los amigos del ferrocarril, respaldada por autoridades locales. El turismo es el objetivo. Se aprovecha la construcción de la hidroeléctrica de Santo Antonio, que hizo una limpieza del área que ocupaba la antigua sala de máquinas y estación de trenes, para pensar en refaccionar parte del tramo de la línea férrea para darle uso turístico, y de esta manera conectar Santo Antonio con Porto Velho. En las zonas más cercanas a la antigua sala de máquinas quedan algunos indicios de la antigua línea férrea. Y un pequeño museo resume tremenda empresa en la antigua estación terminal de Porto Velho.

Han pasado 100 años desde que se inauguró tan importante proyecto que intentó rendir a la hasta entonces impenetrable selva amazónica, y hoy se construyen en la zona dos de las más grandes obras contemporáneas de Brasil, las hidroeléctricas de Jirao y Santo Antonio, las cuales, cuando estén funcionando en toda su potencia, producirán más de 6.000 megawats de energía.

Porto Velho es una capital de alto crecimiento, con grandes tiendas y comercios, y estos dos nuevos proyectos le han devuelto la vida y la importancia en la región amazónica, tal como hizo hace un siglo el tren por el Madeira.